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Segunda generación

Marta es una niña de 9 años y que ha nacido en Madrid, pero cuyos padres son rumanos. En este momento, vive en Alcorcón (Madrid) junto con sus progenitores, que llegaron a España hace 11 años, y tiene una vida igual que la de cualquier otro niño español. Aunque se defiende mejor en español, Marta conoce también el rumano porque sus padres se lo han enseñado. Además, Marta practica el rumano todos los domingos, cuando va a la misa rumana de Madrid con su familia, y, sobre todo, durante sus vacaciones en Rumanía, dónde no le queda otra opción que comunicarse utilizando el idioma de sus padres; de otro modo, sus abuelos no entenderían nada de lo que ella quisiera decir. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como se puede comprobar en el vídeo, a Marta no parece disgustarle la idea de mudarse a Rumania una vez sea mayor de edad y haya acabado los estudios de bachiller en Madrid. Por lo tanto, aunque sus padres no se han planteado la idea de volver a Rumania, la niña asegura que, en caso de que eso ocurriese en un futuro cercano, aunque está acostumbrada a vivir en España y es donde tiene a sus amigas, no tendría problema en mudarse a Rumania, porque allí están sus abuelos y es donde le gustaría vivir de mayor. Aun así, en lo que concierne el presente, Marta prefiere seguir con sus estudios y con sus amistades en Madrid. “Cuando ya haya acabado el cole y todo, pues no, no pasaría nada, me podría ir perfectamente”, fue la respuesta final de la niña. Veamos ahora si Marta se siente afortunada por ser una niña bilingüe y si, aparte del castellano y el rumano, está aprendiendo otro idioma actualmente. 

Lorena es una adolescente de 14 años de nacionalidad rumana, que lleva viviendo en Madrid 9 años junto a sus padres, sus tíos y su abuela. Aunque era muy pequeña cuando su familia decidió mudarse a España, Lorena sabe hablar muy bien el rumano y lo entiende perfectamente, ya que en su casa se habla en este idioma más que en castellano. Aun así, el idioma que mejor maneja es el castellano, teniendo en cuenta que ha ido siempre a un colegio español. Por estas razones, una persona que la oiga hablar, ni se dará cuenta de que no es nativa.

 

Además de estas dos lenguas en la que se puede comunicar sin problema alguno, Lorena está aprendiendo en el instituto el inglés y lo hace bastante bien. De hecho, lengua española e inglés son dos de sus asignaturas favoritas. Y si continua así, esta joven se convertirá en trilingüe muy pronto.

 

Al entrevistar a Lorena y preguntarle si está contenta con su situación (haber nacido en Rumania, vivir en España y manejar con fluidez las dos lenguas) o si hubiese preferido nacer directamente en Madrid y conocer únicamente el castellano, ella se mostró muy conforme con su situación y contenta de ser una persona bilingüe.

Sobre el trato de sus compañeros españoles hacia ella, la nacionalidad que le gustaría adoptar al ser mayor de edad y la posibilidad de que su familia se volviese algún día a Rumania, veamos lo que nos contó ella misma:

Según el Estudio “Investigación Longitudinal sobre la Segunda Generación en España”, realizado por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset y la Universidad de Princeton, en 2013 una gran parte de los hijos de los inmigrantes que vinieron a España hace unos años, han elegido seguir viviendo en este país, pues al menos 50% de ellos se consideran españoles. La investigación muestra que estos niños, adolescentes y jóvenes se han integrado a un ritmo lento pero constante y que, a pesar de ello, comparten aspiraciones relacionadas con carreras y trabajos con los hijos de padres españoles.

En el contenido de este reportaje podrán informarse de cómo se desarrollan las vidas de seis niños, nacidos de padres extranjeros o de un padre extranjero y otro español, y que piensan ellos sobre la situación en la que viven. 

Como hemos podido comprobar en el video de arriba, Martina es una niña bilingüe que ha nacido en España, al igual que su hermana pequeña, teniendo una madre española y un padre alemán. Según Martina, sus compañeros españoles la tratan de igual forma que a los demás niños y la única diferencia que encuentra Martina es que, a veces, algunos de ellos le preguntan palabras en alemán por pura curiosidad.  

 

Martina se siente muy feliz de haber nacido en España y de tener la oportunidad de manejar también el alemán, aparte del castellano, debido al hecho de que su padre le ha enseñado su idioma nativo desde una edad muy temprana.  

Con solo 13 años, Mark es un niño trilingüe, que maneja de manera fluida tanto el castellano como el alemán y el inglés, siendo su primer idioma el de España.

 

Nacido en España de madre alemana y padre español, Mark admite que hubiese preferido nacer en Alemania y haber venido cuando era pequeño a España, pero aun así, el niño está contento con su suerte.

 

Ser trilingüe no le ha impedido hacerse amigos, ni tener una relación normal 

 

Como se puede constatar en el video, Katalina es una niña poliglota, una cualidad con la que pocos cuentan dada la dificultad de aprender idiomas y, sobretodos, hablarlos con fluidez.

 

 A la pregunta de que si existe alguna probabilidad para que sus padres y ella se vayan de España algún día y mudarse a otro país, Katalina sabe que es muy posible que pase eso, ya que su padre es diplomático y suele cambiar de destino cada cuatro o cinco años. También añadió que, en caso de que eso ocurriese, no le quedaría de otra más que aceptar la situación, pero que le daría mucha pena porque en los tres años que lleva en España se ha hecho muchos amigos.  

A pesar de tener una vida bastante complicada y hasta, se podría decir, incomoda por tener que empezar de cero en un país extranjero, Katalina se siente dichosa por tener la oportunidad de conocer varios idiomas: tanto el alemán (lengua de sus padres), como el búlgaro (lengua de uno de sus abuelos) y los idiomas de los países donde le toca vivir, debido al trabajo de su padre.

Según Katalina, “si eres poliglota tienes muchas más posibilidades de tener un buen trabajo y de estudiar no solo en el país de dónde vienes”. Y, efectivamente, por conocer tantas lenguas, a esta niña prodigio no le costaría mucho esfuerzo estudiar en Suiza, Alemania, Bulgaria, Inglaterra, Irlanda, España o Francia.

Concluyendo, podemos constatar que todos estos niños están conformes con su situación, que se han integrado bastante bien en la sociedad española, independientemente de si han nacido aquí o no, y que mantienen una relación normal con los amigos y/o compañeros del colegio, sin sufrir ningún tipo de discriminación. También es cierto que, por muy poco abiertos que se diga que son los españoles, a un niño nacido aquí de padres extranjeros o que haya venido con una edad temprana a vivir en España, le será mucho más fácil convivir y relacionarse con los hijos de los españoles, que a una persona llegada ya adulta a este país, teniendo otras costumbres, tradiciones, mentalidad y educación. 

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Tener una edad temprana y manejar de un golpe tres idiomas no es tan raro. Al igual que Mark, Hanna es una niña trilingüe, aunque para ella el alemán representa su primer idioma. Una cosa bastante lógica teniendo en cuenta que la niña no estudia en un colegio español, sino en uno alemán. Aun así, Hanna tiene también muchos amigos españoles y, según cuenta, no siente ninguna diferencia maliciosa en el trato de sus amigos hacia ella por no haber nacido aquí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de que los padres de Hanna no tienen ninguna intención de dejar España por el momento, la niña no tiene claro aún si prefiere vivir aquí, en Alemania o en los Estados Unidos, aunque una cosa si es segura: España le gusta mucho. ​

 

 

 

con sus compañeros del colegio, sino todo lo contrario. Desde su punto de vista, cuando una persona conoce varias lenguas, puede hablar con más gente y comunicarse de un modo más fácil. Veamos lo que declaró Mark sobre la relación que tiene con sus compañeros españoles y sobre la posibilidad de vivir en otro país. 

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